Abogado la acusa de cometer discriminación en los casos de reunificación familiar. “Los procesos tienen un promedio de espera de 34 meses, en comparación con los 12 meses en el resto de Canadá”,  revelan. Christine Fréchette defiende su plan

Redacción Crónica Norte

MONTREAL, 3 marzo 2024.— La ministra de Inmigración de Quebec, Christine Fréchette, fue  demandada ante la Corte Superior por discriminación en los casos de reunificación familiar. El abogado de inmigración Maxime Lapointe llevó el caso a los tribunales debido a los largos retrasos en los procesos de inmigración de familiares de origen extranjero.

Lapointe consideró que los retrasos en Quebec son desproporcionados, con un tiempo promedio de espera de 34 meses, en comparación con los 12 meses en el resto de Canadá. Además, afirmó que las políticas del gobierno quebequense  constituyen discriminación basada en la nacionalidad.

El pasado 13 de diciembre, Lapointe dio a la ministra 60 días para encontrar una solución a los largos plazos para los quebequenses que intentaban inmigrar a un familiar de origen extranjero.

Tras expirar el plazo, Lapointe pasó a la etapa siguiente presentando una solicitud de recurso de revisión judicial que va dirigida precisamente a la ministra Fréchette y que ataca su más reciente planificación de la inmigración, presentada el pasado noviembre.

En su demanda, el abogado pidió al Tribunal Superior que declare inaplicable, inválida o inoperante la planificación de la inmigración del gobierno de Legault. Solicitó también que obligue a la ministra Fréchette a establecer un umbral en la categoría de reagrupación familiar que permita a los solicitantes con destino a Quebec beneficiarse de un plazo de tratamiento similar al que se observa en otras partes del Canadá.

La ministra Fréchette defendió la planificación de inmigración del gobierno y la calificó de equilibrada. “Sabemos que los plazos son importantes, así que no vamos a comentar más porque el asunto está judicializado”, explicó la ministra.

Con información de Radio-Canadá.