Gobierno de Trudeau presenta un presupuesto prudente
Chrystia Freeland presenta un plan con gastos mesurados cuyos ejes son: vivienda, empleos y economía verde. “Tras el relanzamiento de la economía, ahora hay que invertir en el crecimiento”, afirmó
Redacción Crónica Norte
MONTREAL, 10 abril 2022.— Después de enfocarse en 2021 en el relanzamiento de la economía con una elevada inversión, este año el presupuesto de Canadá retoma el camino de la prudencia metiendo freno a los gastos en un plan que también refleja la incertidumbre económica mundial y la inflación provocada por el conflicto armado.
El jueves pasado la ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, presentó el presupuesto para 2022 titulado “Plan para hacer crecer nuestra economía y hacer la vida más abordable”, cuyos ejes son la vivienda, la creación de empleos y una economía verde.
“Los gastos extraordinarios ligados a la pandemia quedaron atrás y ahora es tiempo de invertir en el crecimiento”, afirmó la vice primera ministra en entrevista con TVA. En este sentido, “las medidas que apoyan el acceso a la vivienda y el aumento de la mano de obra son esenciales para el crecimiento económico”, se lee en el documento.
Entre las medidas relativas a la vivienda del presupuesto de 2022 figuran las siguientes: Duplicar la construcción de viviendas en los próximos diez años; ayudar a los canadienses a ahorrar para comprar su primera propiedad y poner freno a las prácticas desleales que hacen subir el precio de la vivienda.
El presupuesto de 2022 revela que también se invierte para permitir a los trabajadores canadienses adquirir las competencias necesarias para ocupar empleos bien remunerados, y para facilitar la integración de los inmigrantes calificados que la economía canadiense necesita.
Asimismo, el presupuesto incluye las peticiones que hizo el Nuevo Partido Democrático para apoyar a los liberales hasta 2025, estas son: el pago de la atención dental a las personas con ingresos modestos y la creación de un programa nacional de seguro de medicamentos.
En gasto militar, a pesar del compromiso de los miembros de la Alianza Atlántica de consagrar el 2% del PIB a la defensa, Canadá destinará sólo el 1.5%.
