Mujeres y política en Canadá: Evolución, logros y desafíos
Durante gran parte del siglo XX, las mujeres enfrentaron obstáculos significativos que les impedían alcanzar roles de poder. La lucha por la igualdad de género ha sido constante, y aunque el progreso ha sido evidente, la paridad de género aún no se ha logrado completamente
Redacción Crónica Norte
MONTREAL.— La participación política de las mujeres en Canadá ha sido un proceso largo y arduo que ha evolucionado significativamente desde los primeros años del siglo XX. Inicialmente, las mujeres estaban excluidas de los derechos políticos básicos, como el derecho al voto y la posibilidad de postularse a cargos públicos.
Fue en 1916 cuando las mujeres de Manitoba, Saskatchewan y Alberta obtuvieron el derecho al voto, un hito que sentó las bases para su creciente involucramiento en la política. La lucha comenzó dos años antes en Manitoba. En una comparecencia ante la Asamblea Legislativa, en enero de 1914, la escritora y sufragista Nellie McClung preguntó a los miembros de la legislatura: “¿No tenemos cerebro para pensar? ¿Manos para trabajar? ¿Corazones para sentir? ¿Y vidas para vivir? ¿No cumplimos con nuestra parte en la ciudadanía? ¿No ayudamos a construir el Imperio? ¡Dennos lo que nos corresponde!”.
Desde entonces, las mujeres han ido ganando terreno, alcanzando cargos electivos y desempeñando papeles clave en los parlamentos provinciales y federales.
Un avance gradual en la política
La evolución de la participación política de las mujeres en Canadá ha sido gradual pero constante. Tras obtener el derecho al voto, las primeras mujeres comenzaron a postularse para cargos públicos, aunque enfrentaron resistencia y un entorno político dominado por hombres. En 1921, Agnes Macphail se convirtió en la primera mujer elegida para la Cámara de los Comunes, suponiendo un avance crucial. En uno de sus discursos Macphail afirmó: “Quiero para mí lo que quiero para otras mujeres: igualdad absoluta”.
Con el paso de las décadas, la representación femenina en la política ha crecido, apoyada por movimientos feministas y reformas legales. En las últimas elecciones federales, más mujeres que nunca han sido elegidas para cargos públicos.
Definición de términos clave
Género: Se refiere a las características sociales y culturales asociadas con ser hombre o mujer en una sociedad particular, que van más allá de las diferencias biológicas.
Participación política: Involucra la acción de los ciudadanos al involucrarse en el proceso político, ya sea mediante el voto, la militancia en partidos, la postulación a cargos electivos, o la participación en manifestaciones y debates políticos.
Representación: Hace referencia a la presencia de diferentes grupos sociales, incluidos los géneros, en los espacios de toma de decisiones políticas.
Cuotas de género: Son medidas afirmativas que establecen un mínimo de representación femenina en los órganos políticos, con el objetivo de corregir desigualdades históricas y asegurar la paridad de género.
Marco legal canadiense
El marco legal canadiense ha ido adaptándose para fomentar la participación política de las mujeres. La Carta Canadiense de Derechos y Libertades, adoptada en 1982, es un documento clave que garantiza la igualdad de derechos, incluida la igualdad de género, y ha servido de base para muchas políticas y leyes orientadas a promover la representación femenina en la política.
A nivel federal, algunas provincias han implementado cuotas de género dentro de los partidos políticos para garantizar una mayor presencia femenina en las candidaturas. Además, las políticas de financiamiento electoral han sido ajustadas para incentivar a los partidos a presentar más candidatas mujeres.
Las primeras mujeres que ocuparon cargos importantes
Agnes Macphail, elegida en 1921, fue la primera mujer en la Cámara de los Comunes y es reconocida por su defensa de los derechos de los trabajadores, la reforma carcelaria y la paz internacional.
Ellen Fairclough, quien se convirtió en la primera mujer en ocupar un cargo en el gabinete federal en 1957, contribuyó significativamente al avance de los derechos de las mujeres en el ámbito laboral y político. Estas pioneras allanaron el camino para futuras generaciones de mujeres en la política canadiense.
Kim Campbell, única mujer en ocupar el cargo de primera ministra de Canadá. En junio de 1993 se convirtió en líder del Partido Progresista Conservador, sucediendo a Brian Mulroney como primera ministra. Sin embargo, su mandato fue breve, durando solo unos meses, desde junio hasta noviembre de 1993. En las elecciones generales de ese año, su partido sufrió una derrota aplastante, y Campbell dejó el cargo de primera ministra.
Los movimientos feministas en la lucha
Los movimientos feministas han sido fundamentales en la lucha por los derechos políticos de las mujeres en el país. En el Siglo XIX las primeras activistas feministas en Canadá se centraron en temas como la educación, las oportunidades laborales y el derecho al voto. Sin embargo, sus voces eran a menudo silenciadas y sus demandas ignoradas.
“Las cinco magníficas”
A principios del siglo XX, un grupo de cinco mujeres influyentes, conocidas como “Las cinco magníficas”, abanderaron la lucha por los derechos de las mujeres. Ellas eran:
Nellie McClung: Una activista social y política muy conocida por su trabajo en favor del sufragio femenino y los derechos de las mujeres.
Emily Murphy: Una abogada y activista social que fue la primera mujer juez en el imperio británico.
Louise McKinney: La primera mujer en ser elegida para una legislatura provincial en Canadá y una de las primeras en ser elegida para la Asamblea Legislativa de Alberta.
Henrietta Edwards: Una maestra, escritora y activista social que se unió a la lucha por el sufragio femenino.
Irene Parlby: Una política y agricultora que fue una de las primeras mujeres en ser elegida para la Asamblea Legislativa de Alberta.
Estas cinco mujeres trabajaron incansablemente para desafiar las normas sociales y legales de su época y lograron un hito histórico al conseguir que la Corte Suprema de Canadá reconociera a las mujeres como personas en 1929. Su legado sigue inspirando a las nuevas generaciones de activistas feministas en Canadá y en todo el mundo.
Expansión y diversidad:
Al igual que en otros países, la década de 1960 marcó el inicio de la segunda ola del feminismo en Canadá. Las mujeres se organizaron en grupos para abordar una amplia gama de temas, desde la igualdad salarial hasta la violencia de género.
Diversidad de movimientos:
A lo largo de los años, el movimiento feminista canadiense se ha diversificado para incluir las voces de mujeres indígenas, mujeres de color, lesbianas y otras minorías sexuales. Cada grupo ha enfrentado desafíos únicos y ha contribuido a enriquecer la lucha por la igualdad.
Barreras culturales y sociales
A pesar de los avances, las mujeres en Canadá aún enfrentan barreras culturales y sociales que dificultan su participación política. Los estereotipos de género, que asocian a las mujeres con roles domésticos y de cuidado, a menudo desincentivan su involucramiento en la política, un ámbito históricamente dominado por hombres.
Un informe del Comité de la Cámara de los Comunes sobre la igualdad de género destaca estas barreras y sugiere que “se requieren políticas más inclusivas para eliminar los obstáculos sistémicos”. Estas recomendaciones incluyen el apoyo financiero y la capacitación para mujeres candidatas, así como la promoción de un entorno político más seguro y respetuoso.
Además, las expectativas culturales y sociales pueden generar un doble estándar, donde se juzga a las mujeres políticas más severamente que a sus pares masculinos. La conciliación entre la vida familiar y la carrera política sigue siendo un desafío significativo para muchas mujeres.
Iniciativas que promueven la participación femenina
El gobierno de Canadá ha implementado varias iniciativas para promover la participación de las mujeres en la política. Entre ellas, se encuentra el financiamiento otorgado a organizaciones como Equal Voice, que trabaja para aumentar la representación femenina en todos los niveles de gobierno.
“La próxima generación de niñas y mujeres jóvenes también se beneficiará de contar con diversos modelos y mentores en todas las industrias y sectores”, afirma la Fundación Canadiense para las Mujeres, subrayando la importancia de estas iniciativas.
Además, políticas como las cuotas de género y la financiación específica para campañas políticas lideradas por mujeres están ayudando a equilibrar el campo de juego. Estas políticas no solo fomentan la participación, sino que también aseguran que las voces femeninas sean escuchadas y respetadas en el ámbito político.
Hitos clave
Algunos de los hitos clave en la participación política de las mujeres en Canadá incluyen:
1916: Derecho al voto para mujeres en Manitoba, Saskatchewan y Alberta.
1921: Elección de Agnes Macphail como la primera mujer en la Cámara de los Comunes.
1957: Ellen Fairclough se convierte en la primera mujer en un cargo del gabinete federal.
1982: Adopción de la Carta Canadiense de Derechos y Libertades, que garantiza la igualdad de derechos.
1993: Kim Campbell se convierte en la primera y, hasta ahora, única mujer en ser primera ministra de Canadá.
2003: Primera gobernadora general de Canadá de origen asiático, Adrienne Clarkson.
2015: Formación del primer gabinete federal paritario de género bajo el liderazgo de Justin Trudeau.
Situación actual
Según los datos más recientes de Estadísticas Canadá, las mujeres representan aproximadamente el 30% de los miembros del Parlamento, un aumento significativo desde el 10% de hace unas décadas. Aunque este progreso es alentador, la cifra está lejos de la paridad, lo que subraya la necesidad de seguir impulsando la participación femenina en la política.
Además, a nivel provincial y municipal, la representación de mujeres varía considerablemente. Algunas provincias, como Quebec, han alcanzado niveles más altos de participación femenina, mientras que en otras regiones, las mujeres aún están subrepresentadas. Estos desequilibrios regionales indican que el trabajo hacia la igualdad de género en la política debe ser continuo y adaptado a las circunstancias locales.
El impacto en la toma de decisiones
Cuando las mujeres participan en la política, traen consigo perspectivas únicas que enriquecen el proceso de toma de decisiones, lo que puede resultar en políticas más inclusivas y equitativas. “Con más mujeres en puestos de dirección, hay más oportunidades de aportar una perspectiva de género a las decisiones y políticas que afectan a nuestro futuro”, resalta la Fundación Canadiense para las Mujeres.
Investigaciones realizadas por entidades como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su entidad ONU Mujeres, han demostrado que la participación femenina en la política está asociada con una mayor atención a temas como la salud, la educación y la igualdad de género.
Estos son aspectos fundamentales para el bienestar de la sociedad y subrayan la necesidad de aumentar la representación femenina en todos los niveles de gobierno.
Perspectivas a futuro
El futuro de la participación política de las mujeres en Canadá parece prometedor, aunque quedan desafíos por superar. La adopción de cuotas de género más estrictas, la implementación de políticas de conciliación entre la vida laboral y familiar, y un mayor apoyo a las mujeres candidatas pueden ser clave para alcanzar la paridad de género en la política canadiense.
Además, la creciente conciencia social sobre la importancia de la diversidad y la inclusión puede contribuir a un entorno más favorable para la participación femenina en la política. Con una sociedad cada vez más comprometida con la igualdad de género, es posible que en las próximas décadas veamos una representación más equitativa y diversa en los parlamentos canadienses.
Fuentes:
https://www150.statcan.gc.ca/n1/pub/36-28-0001/2022009/article/00003-eng.htm
https://www.ourcommons.ca/Content/Committee/421/FEWO/Reports/RP10366034/feworp14/feworp14-e.pdf
“¿No tenemos cerebro para pensar? ¿Manos para trabajar? ¿Corazones para sentir? ¿Y vidas para vivir? ¿No cumplimos con nuestra parte en la ciudadanía? ¿No ayudamos a construir el Imperio? ¡Dennos lo que nos corresponde!”. Nellie McClung, escritora y sufragista.
“Quiero para mí lo que quiero para otras mujeres: igualdad absoluta”. Agnes Macphail, primera mujer elegida en la Cámara de los Comunes de Canadá.