Cada 11 de noviembre los canadienses recuerdan no solo a sus soldados caídos, sino también el compromiso de la nación con un mundo pacífico. En esta conmemoración participa también la comunidad latina, la cual reconoce que honrar a quienes se sacrificaron por un futuro mejor trasciende fronteras y culturas
Redacción Crónica Norte
MONTREAL, 10 noviembre 2024.— El Día del Recuerdo, conocido en inglés como Remembrance Day, representa uno de los momentos más solemnes y significativos en el calendario canadiense. Cada 11 de noviembre, millones de canadienses hacen una pausa en sus actividades diarias para honrar a aquellos que dieron sus vidas por la libertad que hoy caracteriza a esta nación.
Para la comunidad latina en Canadá, esta conmemoración puede parecer inicialmente distante, considerando que las historias militares de América Latina han seguido caminos diferentes. Sin embargo, el acto de recordar y honrar a quienes se sacrificaron por un futuro mejor trasciende fronteras y culturas. Como expresó el primer ministro Justin Trudeau en 2022: “El sacrificio no tiene nacionalidad, y el dolor de la pérdida es un lenguaje universal que todos entendemos”.
En el corazón de esta conmemoración se encuentra la amapola roja, un símbolo poderoso que adorna las solapas de millones de canadienses durante las primeras semanas de noviembre. Esta pequeña flor roja representa la sangre derramada en los campos de batalla y la esperanza de un futuro en paz.
El contexto histórico
El 11 de noviembre de 1918, a las 11:00 horas, se firmó el armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Este momento histórico, conocido como “la hora undécima del día undécimo del mes undécimo”, marcó el final del conflicto más devastador que el mundo había conocido hasta entonces. La elección de esta fecha para el Día del Recuerdo no fue casual; representa el momento exacto en que las armas finalmente callaron después de cuatro años de guerra incesante.
Como señaló la ex gobernadora general Adrienne Clarkson: “El silencio que siguió a los últimos disparos de la Primera Guerra Mundial nos recuerda que la paz es el estado natural al que la humanidad debe aspirar”.
La participación canadiense en conflictos mundiales
La contribución de Canadá en los conflictos mundiales ha sido notable y decisiva. Durante la Primera Guerra Mundial, más de 650,000 canadienses sirvieron en el Ejército y más de 66,000 nunca regresaron a casa. En la Segunda Guerra Mundial, más de un millón de canadienses vistieron el uniforme, participando en campañas cruciales como el Desembarco de Normandía y la Liberación de los Países Bajos.
El general Rick Hillier, ex jefe del Estado Mayor de la Defensa, expresó: “Los soldados canadienses no solo lucharon en guerras; ayudaron a forjar la identidad de nuestra nación y establecieron nuestra reputación como defensores de la paz y la libertad en el mundo”.
El primer ministro Justin Trudeau dijo: “El Día del Recuerdo nos recuerda que Canadá tiene una responsabilidad global y que, a lo largo de la historia, nuestros soldados han defendido valores como la paz y la libertad en conflictos en todo el mundo”.
El papel de los veteranos
En Canadá, ser veterano significa pertenecer a un grupo de personas altamente respetadas que personifican los valores de servicio, sacrificio y dedicación. Los veteranos desempeñan un papel fundamental en las ceremonias del Día del Recuerdo, compartiendo sus experiencias con las generaciones más jóvenes y manteniendo viva la memoria de sus camaradas caídos. También representan un compromiso constante con la paz y la estabilidad en el país.
En palabras del teniente-general Romeo Dallaire: “Ser veterano no es solo haber servido en el pasado; es ser un guardián permanente de la memoria y la paz”.
También el ex ministro de Defensa Harjit Sajjan declaró en este sentido: “Nuestros veteranos nos enseñan la importancia del servicio y el sacrificio. Ellos son los guardianes de la paz en nuestro país”.
Las ceremonias y tradiciones
La ceremonia central del Día del Recuerdo es el minuto de silencio observado a las 11:00 horas. En Ottawa, se celebra una gran ceremonia en el Monumento Nacional de Guerra, en la que participan líderes políticos, militares y ciudadanos. También, en ese momento, todo Canadá se detiene: los centros comerciales pausan sus actividades, los transportes públicos se detienen donde están, y las escuelas realizan ceremonias especiales. Este instante de reflexión nacional es precedido por el toque de Last Post y seguido por el Reveille. Estos son toques de corneta (o clarín) militares que tienen profundos significados simbólicos.
Last Post: Es una melodía solemne y emotiva que tradicionalmente se tocaba en los campamentos militares al final del día para señalar que todos los soldados debían estar en sus puestos. En las ceremonias conmemorativas, simboliza el “último adiós” a los soldados caídos.
Reveille: Es el toque que tradicionalmente se usaba en los campamentos militares para despertar a las tropas al amanecer. En las ceremonias conmemorativas, se toca después del minuto de silencio. Simboliza el “despertar” o “resurrección” y representa la esperanza y el nuevo comienzo. Su uso en las ceremonias sugiere que aunque los caídos han muerto físicamente, sus espíritus “despiertan” en nuestra memoria.
Otras Tradiciones
Además del uso de la amapola, otras tradiciones importantes incluyen la colocación de coronas de flores en los cenotafios y monumentos de guerra en todo el país. Los servicios religiosos se llevan a cabo en iglesias, sinagogas y mezquitas, reflejando la diversidad religiosa de Canadá moderna.
El Día del Recuerdo en Europa
Mientras Canadá observa el Día del Recuerdo, países europeos como el Reino Unido y Francia tienen sus propias conmemoraciones. En el Reino Unido, se conoce como Remembrance Sunday y se celebra el domingo más cercano al 11 de noviembre. En Francia, es el Jour de l’Armistice. Aunque las ceremonias pueden variar, el espíritu de recordar y honrar permanece constante. Sin embargo, el enfoque en Canadá es menos militarista y más centrado en la paz, lo cual refleja la identidad canadiense de apoyo a los derechos humanos y a la resolución pacífica de conflictos.
El origen de la Amapola
La tradición de la amapola como símbolo del recuerdo tiene sus raíces en el conmovedor poema “In Flanders Fields”, escrito por el teniente coronel John McCrae, un médico militar canadiense, en 1915. McCrae se inspiró en las amapolas rojas que crecían entre las cruces que marcaban las tumbas de los soldados caídos en Flandes, Bélgica.
El poema comienza con los inmortales versos:
“In Flanders fields the poppies blow
Between the crosses, row on row”
“En los campos de Flandes soplan las amapolas
entre las cruces, fila tras fila”
Esta imagen poderosa inspiró la adopción de la amapola como símbolo internacional del recuerdo y la esperanza.
“Compromiso con la paz”
El Día del Recuerdo es mucho más que una fecha en el calendario; es un recordatorio vital de los costos de la guerra y el valor de la paz. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de mantener viva esta tradición y transmitir su significado a las generaciones futuras.
La ex primera ministra Kim Campbell lo expresó elocuentemente: “Cuando recordamos, no solo honramos el pasado; construimos un futuro más consciente y comprometido con la paz”.
El llamado a la acción es claro: participar en las ceremonias del Día del Recuerdo, compartir las historias de sacrificio y valor, y trabajar activamente por un mundo donde tales sacrificios no sean necesarios. Porque recordar no es solo un acto de respeto hacia el pasado, sino una inversión en un futuro más pacífico y justo para todos.
Como bien dijo el exgobernador general David Johnston: “Recordar es nuestra forma de asegurarnos de que los sacrificios no se olviden y que la paz prevalezca para las generaciones futuras”.
Fuentes que puedes consultar:
Veterans Affairs Canada / Asuntos de Veteranos de Canadá. (2024). «Remembrance Day». www.veterans.gc.ca
Biblioteca y Archivos de Canadá. «Canada and the First World War». www.bac-lac.gc.ca
Museo Canadiense de la Guerra. «The Royal Canadian Legion and Remembrance». www.warmuseum.ca
«El sacrificio no tiene nacionalidad, y el dolor de la pérdida es un lenguaje universal que todos entendemos”. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá
“El silencio que siguió a los últimos disparos de la Primera Guerra Mundial nos recuerda que la paz es el estado natural al que la humanidad debe aspirar”. Adrienne Clarkson, ex gobernadora general
“Ser veterano no es solo haber servido en el pasado; es ser un guardián permanente de la memoria y la paz”. Romeo Dallaire, teniente-general